El decálogo de las voces libres
En los últimos años, tanto España como el conjunto del mundo occidental se han deslizado por una peligrosa pendiente: la pendiente del identitarismo. Parte de las élites políticas se han atribuido la potestad de determinar dónde está el bien y el mal. Así, se ha impuesto un marco mental en el que el individuo, la razón y los valores ilustrados han sido sustituidos por el colectivo, los sentimientos y las identidades posmodernas, dando lugar a una tendencia reaccionaria que queremos bautizar como separatismo social. Este movimiento, disfrazado de progresismo y tolerancia, en verdad se caracteriza por ser profundamente xenófobo, sexista y cerrado, buscando dividir a la sociedad bajo el principio milenario divide et impera.
Para hacer frente al separatismo social, debemos responder con una alternativa política fuerte desde el liberalismo, una alternativa construida sobre los siguientes principios:
2. Igualdad ante la ley: ninguna discriminación por razón de territorio, género u orientación sexual es positiva, por eso defendemos la igualdad jurídica como condición necesaria para la libertad.
1. Individuo frente a colectivo: ante el identitarismo que nos segrega, reclamamos que los derechos son de las personas, y que frente al paternalismo social y estatal deben respetarse las decisiones individuales.
3. Libertad de expresión: reivindicamos el derecho a ofender y a ser ofendidos, rechazamos la cultura de la cancelación y la censura neopuritana, y reclamamos unos medios informativos libres de demagogia.
4. Universidades: la universidad debe volver a ser un espacio plural y libre de sectarismo, centro de un debate académico adulto y de una formación adaptada a la realidad laboral.
5. Empleo y emprendimiento: reclamamos reformas económicas y fiscales ambiciosas que hagan nuestro mercado laboral más flexible y nuestro país más atractivo para emprender y retener talento.
6. Vivienda: defendemos la independencia, la de verdad, la de los jóvenes para desarrollar su proyecto vital y poder emanciparse. Para ello es necesario aumentar la oferta de vivienda hasta hacerla casar con la demanda.
7. Pensiones: el actual sistema de pensiones es insostenible y una condena para las nuevas generaciones, solo cabe abordar su reforma desde la valentía y la generosidad para restablecer el pacto intergeneracional.
8. Estado de Derecho: ante la degradación democrática y la asfixia administrativa que sufrimos, defendemos un Estado fuerte en sus instituciones, pero abstencionista de injerencias en la vida privada de los ciudadanos.
9. España en el mundo: abogamos por una España orgullosa de sí misma, defensora de los intereses del sur de Europa en la UE, baluarte de la democracia en Iberoamérica y compuerta del norte de África y el Sahel.
10. Convivencia y fraternidad: creemos en la convivencia, entendida no como la sumisión a la moral políticamente correcta, sino como el respeto mutuo entre quienes tenemos ideales radicalmente distintos.